quinta-feira, 13 de dezembro de 2012

Janette Sadik Khan, la mujer que transformó Times Square en una plaza pública


De visita en Buenos Aires, la comisaria de transporte de la ciudad de Nueva York habló sobre las transformaciones que llevó a cabo en su ciudad. Afirma que junto al alcalde Michael Bloomberg están implementando un nuevo paradigma para la metrópoli del futuro: más verde y más amena para peatones y ciclistas.
POR ANDRÉS HAX (Revista de Cultura)

Desde el 27 de abril de 2007 Janette Sadik Khan ha sido la comisaría de transporte de la Ciudad de Nueva York dentro de la administración del alcalde Michael Bloomberg. La semana pasada estuvo brevemente en Buenos Aires para participar en las conferencias TEDx en Puerto Madero. Pudimos hablar con ella por teléfono antes que volviera a la gran ciudad del norte.
Con tachos de pintura y barreras de cemento Sadik Khan ha cambiado el paisaje de Manhattan. Es una exageración, por supuesto, pero solo un poco. Porque aparte de las tareas inevitables y rutinarias de su cargo ( mantener la infraestructura de la ciudad) ha transformado espacios públicos, agregado bicisendas (más de 400 kilómetos)  y transformado las rutas de los buses públicos. El cambio más dramático que hizo fue convertir Times Square en una plaza peatonal. Una revolución comparable a lo que implicaría transformar todo el cruce de calles alrededor del obelisco en la ciudad de Buenos Aires en área peatonal.
Su gestión ha sido muy controversial pero ella afirma que los resultados objetivos avalan la certeza de sus apuestas. Cree con fervor que las viejas formas de pensar el transporte en la ciudad no sirven para el futuro. Sin ser enemiga del automóvil afirma que se tiene que planificar para todas las formas de transporte y dar a cada una un lugar equiparable: el peatón, el usuario de transporte público, el automovilista y el ciclista.
En el sitio PlaNYC se pueden ver los detalles de su gestión. El objetivo es  imaginar que ciudad se quiere diseñar para el año 2030. En esta mirada a mediano plazo hacia el futuro las consideraciones centrales son adecuarse para un alza en la población de la ciudad, adoptar prácticas que luchan contra el cambio climático, y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

¿Cuáles son las cosas que observa al visitar a una ciudad nueva?
La primera cosa que siempre hago cuando llego a una ciudad nueva es caminar por los barrios. Entonces lo primero que te llama la atención en Buenos Aires son las calles muy, muy anchas. Y también te llama la atención la bella arquitectura. Edificios de fantasía. Entonces hay muchas oportunidades; lo primero que pensé cuando llegué a Buenos Aires fue en la gran oportunidad que tienen para aprovecharse de todo ese asfalto y hacerlo más fácil para que la gente se pueda parar y observar y disfrutar la increíble historia y los bellos edificios que tienen en la ciudad.

¿Cuanto de lo que hizo en la ciudad de Nueva York puede ser transferido genéricamente a otra ciudad?
Creo que todo. Lo que hemos hecho, literalmente, es dibujar la ciudad que queríamos ver, con pintura. Entonces hemos pintado nuevas ciclovías, moviendo los autos estacionados de los cordones. Con lo cual los autos se convierten en la barrera física para los ciclistas. Eso no requiere dinero. Y no requiere tiempo.
Con los buses, hemos pintado los carriles en rojo; y usamos tecnología, usamos cámaras para asegurarnos que nadie más se meta en ese carril. Si los autos se meten en el carril reciben una multa electrónica. Entonces no necesitas una barrera física, construida para eso – no necesitas cemento. Lo puedes hacer muy rápidamente. Y, de la misma manera, para los peatones – con el epoxy gravel (grava de resina) y pinar nuevos cordones donde antes no existían, puedes pintar una plaza, puedes transformar espacios callejeros desaprovechados y convertirlos en espacios públicos de un día para otro.

¿Cuán frágil son estos cambios? O sea, siendo tan fáciles de implementar me imagino que si viene una futura administración que esta en contra de lo que hizo les va a resultar muy fácil revertirlos.
Lo que termina pasando es que los neoyorquinos tienen mucho hambre de espacios públicos, y son hambrientos por alternativas para poder trasladarse por su ciudad. Y lo que ha pasado es que la gente esta votando con sus pies y están votando con sus Metro Cards y están votando con sus pedales. Y todos estos espacios están siendo utilizados. Estos lugares están siendo usados muchísimo. Si intentaras revertir Times Square a lo que fue antes, creo que habría protestas en las calles.

¿Cómo ha luchado contra sus criticos?
Demostrando lo que ha pasado. Hemos traído beneficios económicos a los negocios. Ellos pueden ver los resultados inmediatos de el transito adicional peatonal. La gente que camina gasta más per cápita que cualquier otro tipo de pasajero. Entonces es muy bueno para los negocios. Y dado que implementamos nuestro proyecto rápidamente, pudimos medir y ver los resultados. Y hemos visto que la movilidad ha mejorado. Entonces los tiempos de viaje en los buses están muy reducidos y la cantidad de personas que está usando los buses ha aumentado mucho. En las ciclovias hemos visto un aumento por un factor de cuatro. En los espacios peatonales hemos visto que los negocios contiguos han elevado sus ventas al público un 50% donde hay ciclovias protegidas, en comparación con los lugares sin ciclovias. Y de la misma manera, en nuestras rutas de buses –lo cual no esperarías- en esos corredores claves hemos visto un aumento de ventas en los comercios en un 70%.
Entonces le sirve para las personas para trasladarse, es muy bueno para el medioambiente, es bueno para el clima de la ciudad y es muy bueno para los negocios.

¿Estas estadísticas que cita están hechas por una empresa independiente del gobierno?
Si. Tenemos consultores externos que hacen ese trabajo y los resultados están todos disponibles online. Se llama Measuring the Street (Medir la calle).

¿Y no se disputan esos datos? ¿Sus rivales políticos no cuestionan la validez de esos datos?
No. Y vas a los negocios les gusta lo que ven. Al principio, si les preguntabas no estaban del todo de acuerdo con la idea de que sacar espacios de estacionamiento iba a beneficiar sus negocios, entonces una de las cosas que estamos intentando hacer es demostrar los beneficios asociados con esto. Necesitas tener obras hechas para poder demostrarlo. Entonces los beneficios para nosotros, en cuanto a haber implementado todos estos proyectos rápidamente, son que tenemos una gran cantidad de trabajos para mostrar y que otras ciudades también pueden usar como una fuente de ideas. Y lo más importante en todo esto es que puedes ensayar estas cosas y si no funcionan puedes devolverlas al estado en el cual estaban antes. ¿No es cierto? Entonces si no funciona para el tránsito o si necesitas hacer ajustes en el tema de estacionamientos, lo puedes hacer.

Ha recibido muchas críticas por estas implementaciones rápidas…
Bueno, todos nuestros proyectos pasan por un comité de aprobación. Hay 8.4 millones de neoyorquinos que opinan sobre el trabajo que hacemos, ¿no es cierto? Creo que eso es muy diferente de muchas otras ciudades. Aun cuando hicimos nuestro programa de compartir bicicletas tuvimos diez mil sugerencias de los ciudadanos sobre dónde ubicar las 600 estaciones. Entones tenemos que conseguir aprobación para todo lo que hacemos, pero la otra parte del puzzle es que los neoyorquinos estaban cansados de esperar diez, veinte, treinta años para ver cambios en sus calles. Estaban hambrientos para ver algo diferente. Haces un cambio, es bueno intentarlo, ¿no es cierto?
Porque el status quo no va a funcionar con ciudades que están en crecimiento. Y este alcalde, mi alcalde, esta centrado en la innovación. Prueba algo nuevo. Si no funciona, OK.

 Las bicisendas en particular suelen ser controversiales. ¿Son asociadas más con gente que tiene estilos de vida alternativos?
Una cierta generación las ve así, pero creo que realmente en el pasado nunca hemos diseñado nuestras calles con el objetivo de tener en cuenta a todas las personas que las usan. Entonces, realmente, la gente que han estado usando bicicletas ha sido categorizada como usuarios de “transportación alternativa” — no de transporte fundamental o como parte del espectro de usuarios de transporte que están contemplados en la planificación de la ciudad. Entonces de alguna manera es un poco revolucionario planificar para todos. Planificar para gente que no sea automovilista. Pero hemos visto lo que pasa cuando dejas pasar cincuenta años solo planificando para los autos. Tienes una tremenda cantidad de congestión y no tienes lugares donde las personas quieren pasar tiempo.
Y mirando al futuro, dado que las empresas pueden mudarse a cualquier lado y dado que los trabajadores capacitados pueden trasladarse a cualquier lado, tener una ciudad que es disfrutable, que es atractiva y vibrante y una mezcla de personas juntándose — eso va ser una estrategia de desarrollo económico.

¿Se imagina un tiempo en el futuro en el cual las personas vean fotos de las ciudades llenas de autos y les parezca tan raro como cuando nosotros vemos fotos de ciudades llenas de caballos?
El auto es parte de la mezcla. Yo no soy anti-auto. Soy pro-balance. Yo simplemente estoy diciendo que hay más que el auto. Si miras 50 años para el futuro creo que el hecho de que usamos nuestras calles para estacionar los autos va parecer muy anticuado. Nuestras calles son uno de nuestros bienes más valiosos cuando lo piensas. Entonces usarlas para estacionar autos… En el futuro, cuando dices ¿Qué pensarán mirando el ahora dentro de 50 años? Creo que les sorprenderá que este recurso tan valioso fuera usado de esta manera.